Ansar Excursiones.

19 mayo 2008

19 de MAYO, VIA VERDE HORTA DE SANT JOAN-ESTACION DE EL PINELL DE BRAI.











Recorrido, 21 Km. Desnivel 320 m. favorable, por lo tanto excursión cómoda. Vía verde, asfaltada, recomendable la bicicleta. Obligatorio llevar linterna para recorrer los numerosos túneles existentes. Comienzo de la excursión 7,30 mañana-17,30 h final de la misma. Interesante por sus vistas a los puertos de Beceite (amantes del paisaje), aficionados a la botánica y curiosos por la geología (hay paisajes kársticos). Grandes obras públicas del pasado siglo XX, viaductos, y si por esto fuera poco nos encontramos con un monasterio : el de la Fontcalda.

Iniciamos la excursión a una hora muy temprana, las siete de la mañana, y compartiendo viaje con un grupo de personas -entre ellos nuestro presidente y ex-presidente-que se acercarán hasta Amposta para manifestarse una vez más contra el trasvase del río Ebro hacia Barcelona. El día es auténticamente primaveral y a lo largo del camino vemos los beneficios de la gran cantidad de agua que han caído sobre las estepas turolenses después de atravesar Quinto y en un año que ha sido hasta hace pocos días de gran sequía. Una imagen desde luego poco habitual pero que animarán algo los cultivos de cereales que tan raquíticamente se habían desarrollado. Almorzamos en Alcañiz y el paisaje cambia a partir de entonces y nos vemos rodeados a partir de entonces viejos olivos, almendros y pinos carrascos donde la vegetación es natural. El embalse de la Estanca estaba lleno. Un viaje muy agradable.
Llegamos a Horta, una encantadora población medieval renacentista y una hermosa iglesia gótica, callejeamos y nos encontramos con dos decepciones; el museo de Picaso abren a las once de la mañana y el centro de interpretación de los puertos de Beceite cerrado por obras hasta dentro de unas semanas para modernizarlo según la encargada que nos atiende. Afortunadamente el paseo por el pueblo y las vistas panorámicas que se observan hacia los puertos hacen olvidarnos pronto de este contratiempo.

Con nuestro gran guía que es Miguel Angel iniciamos la bajada por los campos del pueblo en busca de la vía verde. Un paisaje humanizado y de suaves colinas pobladas de centenares de viejos olivos, almendros y viñas nos van a acompañar durante las primeras horas, juntamente con unas espectaculares vistas hacia los puertos de Beceite. Tenemos una pequeña decepción y es que el firme está asfaltado por lo que convierte la vía en un lugar indicado para ciclistas especialmente y no tanto para peatones. Enseguida nos encontramos con la primera emoción de la caminata, un túnel que en este caso está iluminado, emoción que llegará a ser rutina más tarde pues creo que hay contabilizados hasta 21 túneles, muchos de ellos sin iluminación y en curva por lo que es imprescindible llevar linterna. Gritos de alegría sacan lo que llevamos de niño dentro de nosotros, pero cuidado nos encontramos a otro peligro cierto en esta excursión :multitud de ciclistas nos adelantarán en nuestro camino, y siempre en la misma dirección. Los ciclistas saben que entre los 440 m. de Horta y los 120m. del final van a encontrarse una suave bajada que hará muy cómoda su excursión, así ya se puede¡, y por eso hay muchos niños pedaleando. Pero atravesar un túnel tiene sus riesgos y no exentos de peligros.
A lo largo del camino los botánicos disfrutan con sus plantas en flor, algunas de ellas muy abundantes y otras en cambio más raras pero todo dentro de un mundo totalmente mediterráneo. Domina el pino carrasco, la encina, hay muchos durillos, algunos madroños, coscojas, el romero, algo de tomillo, labiérnago, mucho lentisco, y algo que me llamó la atención el agracejo con fruto (una bolita roja) que nunca había observado. Hay mucho brezo, indicador de suelos ácidos. Y en el santuario de la Fontcalda, el mirto, muy abundante como decorando las paredes rocosas de esta garganta. Nuestro herpetólogo por excelencia cita salamanquesas y alguna lagartija. Y el cortado que nos brinda el propio camino nos hace elucubrar sobre los posibles cataclismos geológicos acontecidos hace millones de años. Atravesamos algunos edificios relacionados con lo que fue esta vía férrea, totalmente arruinados, y llegamos a la estación de Bot-en ruinas- poniendo un pelín de melancolía y tristeza en nuestra alegre excursión. Vamos hacia el pueblo , encontramos una minúscula sombra para poder acomodarnos durante la comida, huyendo del mundanal ruido del interior del bar. Estamos a mitad de recorrido. Reponemos fuerzas y antes de volver por nuestra vía verde observamos con estupor una imagen de José Antonio-el falangista- y escritos propios de la posguerra que nadie se ha preocupado de limpiar. Comentamos cómo es posible esto en un pueblo de la actual Cataluña, más propio de un viejo y destartalado pueblo de Castilla.

En la segunda parte de la excursión, el panorama difiere totalmente de lo visto hasta entonces. Desaparecen los campos de cultivo y nos adentramos en un largo cañón que ha horadado el río de la Canaleta. El paisaje se vuelve mucho más agreste, hay mas túneles y más continuados, y predomina la roca caliza. LLegamos al santuario de Mare de Deu de la Fontcalda, aquí el paisaje se ha abierto algo y la presencia de aguas subterráneas ayudó a la construcción de este lugar sagrado. Hay bar, albergue y restaurante y la gente se moja los pies buscando descanso y relax en una pequeña piscina habilitada al efecto. Pero lo más agreste del día está por llegar, caminando unos quince minutos ayudados por barandillas, escaleras, cuerdas paseamos por unos estrechísimos pasos que el río ha horadado y sigue horadando. Lugar bello, agreste y salvaje donde los haya. Nuestros botánicos hablan de la presencia masiva del mirto, planta que se encuentra plantada en La Alhambra de Granada., embellece más todavía el paisaje. Una vez dejado el santuario retomamos al camino, donde hay que destacar una vez más la presencia de túneles largos y en curva que los hacen más peligrosos, y unos extraños estratos en el corte del ferrocarril que vuelve a inquietarnos sobre el origen geológico de los mismos. Próximos al final me sobrecoge las altas montañas que tenemos enfrente y con miles de pequeños muros de piedra donde el hombre durante siglos intentó arrancar suelo para el cultivo en un lugar donde la naturaleza se mostró poco generosa para el asentamiento humano. A pesar de que este tipo de actuaciones es muy frecuente en el Maestrazgo, y lugares montañosos del levante español nadie se acuerda de estas construcciones y poco a poco van cediendo perdiendo un patrimonio agrícola que creo que es importante.

El final de la caminata es en la estación de el Pinell de Brai, una estación más en ruinas y que con un cielo ya cubierto y amenazante de lluvia acentúa el cansancio del día. Durante la vuelta nos comentarán el gran éxito de la manifestación antitrasvase y llegando a Zaragoza oímos como irremediablamente baja a segunda. Es la mala noticia del día después de un buen día de excursión. LLueve suavemente sobre Zaragoza a nuestra llegada.