Ansar Excursiones.

21 diciembre 2010

Día 18 de Diciembre de 2010: SALINAS NUEVO – LA OSQUETA – SALINAS NUEVO

Para llegar a Salinas Nuevo pasamos Ayerbe y seguimos hasta atravesar el puente del pantano de La Peña. Poco después se coge el desvío a Salinas. El día es soleado, sin viento pero fresco.

Comenzamos andar a las diez de la mañana en dirección a la foz que actúa como paso natural hacia el pueblo viejo de Salinas.

El camino atraviesa un pinar y en algunos momentos discurre sobre laderas de margas que están cubiertas de granos de hielo. La senda en algunos trozos es mínima aunque el terreno está firme.

Llegaremos a la foz, es uno de los lugares más bonitos del recorrido. Los buitres toman el sol en la parte alta de estos estratos verticales de rocas calizas.


Remontamos suavemente hasta llegar a un pequeño puente al pie de una cascada de toba caliza que se encuentra parcialmente helada.


Al poco llegamos a Salinas Viejo. Este pueblo, en ruina total y comido por la vegetación, fue abandonado en los años 50 debido a un corrimiento de tierras pero también por su lejanía a la carretera y todo lo que eso conllevaba. El nombre lo toma de la ocupación del lugar: aprovechamiento de un pozo salino para extraer sal. Nos aseguran que el pozo sigue existiendo mal que bien y que su ubicación la conoce el ganado que pasta en temporada por allí y que gusta de lamer sus alrededores.

Desde el pueblo es visible el Collado de la Osqueta con su forma inconfundible de “W”.

Orientados por el collado se continúa por una senda que contra toda lógica es más evidente conforme se remonta, incluso empedrada en algunos tramos.

El collado nos recibe con unos carteles indicativos de dirección a Biel y Fuencalderas. Al otro lado la pared de roca el sol que es de agradecer. Dos horas y algunos minutos hasta aquí. Vista inmensa a los dos lados.




Bocatas, fruta … y el frio que se te va metiendo. La fuerza del sol es poca e invita a bajar de nuevo a Salinas Viejo.


Trasponiendo la foz tomamos esta vez a la izquierda en dirección a Villalangua. Está todo señalizado, no hay pérdida.

En Villalangua nos cobijamos en un hostal donde tomamos unas cervezas, cafes etc.

Breve descenso por la carretera y un desvío a la derecha por una agradable pista nos devuelve Salinas Nuevo. Salinas parece un pequeño pueblo de colonización, se debió construir como consecuencia del abandono del viejo.

Es una excursión asequible, poco más de cuatro horas, y recomendable con un entorno que merece la pena.

José Ángel