Ansar Excursiones.

27 mayo 2013

EXCURSIÓN COLUNGO-ALQUÉZAR

El 26 de mayo realizamos una travesía por la Sierra de Guara, entre Colungo y Alquézar. Aprovechamos que el autobús pasaba por Abiego para visitar el interesante yacimiento de huellas fósiles de mamíferos. Allí Juan Pablo nos explico que se trata de huellas formadas hace unos 30 millones de años, en las orillas de una laguna cuando el paisaje oscense era muy diferente al actual.



Cuando llegamos a Colungo empezamos la caminata. A menos de 1 km nos encontramos el impresionante puente del Diablo que cruza el barranco de Fornocal.




Pronto llegamos a la población de Asque donde algunos aprovecharon para comprar miel artesana. El camino continúa por un encinar con abundante enebro. 




Pronto comenzamos a descender hacia el Vero. Disfrutamos de las paredes de conglomerados que sirven de soporte a un nutrida población de corona de rey (Saxifraga longifolia) que con su floración salpicaba de blanco la roca.

Cruzamos el río Vero por el puente de Fuendebaños y adentrándonos en el soto, pasamos junto al molino y disfrutamos del espectáculo del agua cayendo con fuerza en el Batán.


en el Batán


Tras la comida nos acercamos a las pasarelas del Vero. Nos encontramos ante un antiguo paso construido para los trabajadores del la central hidroeléctrica que hace pocos años ha sido recuperado mediante pasarelas metálicas. Allí podemos ver un endemismo de la Sierra de Guara que también estaba en flor, Petrocoptis guarensis. Volando por encima del cañón del Vero vimos alimoche, quebrantahuesos y buitres leonados. En el agua, larvas de sapillo moteado.


Petrocoptis guarensis

cueva de Picamartillos

Tras este espectacular recorrido ascendemos a Alquézar por el barranco de la Fuente, acondicionado con escaleras y pasarelas debido a lo abrupto de su perfil. Una densa vegetación cubre su fondo, destacando en la roca la abundancia de la Oreja de oso (Ramonda myconi) en plena floración.

Ramonda myconi




Por fin, ya en Alquézar pudimos disfrutar del paseo por sus históricas calles, visitar la Colegiata y descansar de la fuerte subida desde el Vero.