Ansar Excursiones.

25 marzo 2014

POR LOS PUEBLOS DESHABITADOS DE LA GUARGUERA Y ALTO ALCANADRE
La Guarguera y Alto Alcanadre es una comarca oscense que ha sufrido los estragos de la despoblación. Extensiones enormes de territorio se encuentran deshabitadas y los antiguos pueblos van desmoronándose lentamente. Ansar  organizó una salida el 23 de marzo para visitar varios de estos núcleos despoblados. Aunque la intención inicial era la de hacer una caminata entre Matidero y Binueste, el frío reinante,  la necesidad de descalzarse para  cruzar las frías aguas del río Alcanadre, y las previsiones de nieve aconsejaron cambiar la ruta por otra más sencilla que nos permitiera conocer los pueblos de Torrolluela del Obico y Torrolluela de la Plana.
Comenzamos la caminata desde la carretera de la Guarguera de donde parte una pista hasta Torrolluela del Obico. Estamos a 1.100 metros de altitud, la primavera aún tardará en llegar. Quedan algunas manchas de nieve junto al camino, pero ya aparecen las primeras flores: prímulas, hepáticas y violetas. 
Prímulas

La pista pasa junto a una masa de álamos temblones, aún sin hojas, pero que nos llevan a imaginar lo hermosos que pueden estar en el otoño con sus hojas rojizas.
Llegamos a Torrolluela del Obico. En primer lugar nos acercamos a una borda en excelente estado de conservación y que mantiene un arna en la parte alta. Es una colmena tradicional fabricada con cañizo, barro y fiemo.



Visitamos la iglesia cuya bóveda ya ha caído pero en la que aún se pueden ver restos de las pinturas barrocas que cubrían sus naves.
Desde aquí tomamos una senda que asciende hasta Torrolluela de la Plana. Nos imaginamos a los niños Torrolluela del Obico que todos los días debían realizar la misma caminata para asistir a la escuela. El recorrido discurre por una zona de erizones y pinos silvestres que crecen sobre las areniscas y conglomerados de la Formación Campodarbe. El viento en estas alturas es helador y caen intermitentemente copos de nieve.


El último tramo sigue los muros de piedra de los antiguos campos bajo ejemplares de quejigos. Destaca en el pueblo el enorme edificio de las escuelas, construido en el primer cuarto del siglo XX, cuando todavía se mantenía repleto de vida.


Nos llama la atención una casa de cuatro plantas, algunas portadas de grandes dovelas y Casa Cabero en las afueras de la población, reformada en 1905 y con un interesante pozo.


La iglesia en lo alto conserva una portada con figuras y ornamentos de factura clásica, que sorprenden en estas regiones pirenaicas. Regresamos por el mismo camino con alternancia de sol y nieve.

Recorremos la calle de Torrolluela del Obico con sus casas desmoronadas.

Volvemos al autobús y como es temprano decidimos visitar el pueblo de Matidero que se encuentra a poco menos de 1 km de la carretera de la Guarguera. Matidero conserva una interesante iglesia de bella estampa al exterior aunque su bóveda ya se hundió. La tarde ha mejorado, disfrutamos del sol y contemplamos una hermosa vista de la Sierra de Guara cubierta de nieve.


Regresamos al autobús y Laguarta, junto a la carretera, está muy cerca. Es de los pocos núcleos habitados de la zona, lo que nos permite descansar en el bar y comentar las experiencias de la jornada.
en 1687 hubo plaga de langosta en Laguarta